viernes, 9 de diciembre de 2011

Corría el año 2008..... Historias del Pasado

Entrada dedicada a mi querido primo y director, que no conoce la historia.


Corría el año 2008, por esa época todo iba de mal a peor, parecía que nunca iba a acabar ese año. En ese año yo no tenía paciencia, un año antes la había agotado. En ese año apareció la Teoría del Número Diez. En ese año La Oreja de Van Gogh sacó nuevo disco con una nueva vocalista. En ese verano recorrí la Península con la radio puesta. En ese verano no tenía paciencia... creo que esto ya lo comenté.

Nunca he tenido nada en contra con LODVG, sinceramente, cuando todavía estaba Amaia Montero en frente de la banda y yo no sabía nada de música en el panorama español (cojones, que a mi me gusta Pxndx), esta banda me parecía de lo mejor. Tenía buenas letras, tenía buenas bases, tenía algo que los diferencia del resto. Pero me parecía (lo recalco para mi primo que le cuesta esto), tampoco es que hubiera hecho un gran análisis a sus canciones y al panorama musical. Tampoco es que en esa época supiera mucho de música. Apenas llevo cinco años en esto, aunque siempre me ha despertado curiosidad la música.

¿Ya había dicho que en el 2008 no tenía paciencia? Cuando digo esto es porque no soportaba muchas cosas, entre ellas estaba tener que escuchar ocho veces mínimo al día la nueva canción de LODVG. De verdad que no tenía nada contra ellos, "tenía", es lógico que después de esto algo surgiera. La verdad es que la canción que siempre escuchaba, "El Último Vals", no es la mejor que ha hecho el grupo. No tenía el toque que siempre los ha caracterizado, además con ese bajo que pensaba que saldría Paulina Rubio a cantar.... Que si hubiera sido "Jueves" o la otra que a saber como se llama, puede que no me hubiera importado tanto.

También es que yo tengo la "gran suerte" de sintonizar a LODVG en cualquier lugar. Si estoy escribiendo esta entrada es porque he puesto la radio y me he acordado que eran Los Premios 40 Principales. No es que me interesen los premios, ni sabía quien estaban nominados y ni me importaba. Lo puse para saber quién ganaba en la categoría de "Mejor Artista México" que estaban Zoé, Paty Cantú, Belanova, Ximena Sariñana y Maná (Creí que como siempre ganaría Maná, pero no, ganó Zoé). Y también por si Miranda! ganaba en la categoría de "Mejor Artista Argentina". En realidad es muy triste escuchar los nominado de México y saberte todas las canciones y de España no....

Bueno, decía que tenía la "gran suerte" de sintonizar a LODVG en cualquier lugar. Aparte de la radio, en un concierto. Llegué tarde al concierto y pensé "Bueno, espero que ya salieran LODVG". ¡Ilusa! Llegué a tiempo para poder verlos....haciendo playback. Antes de que me salte alguna fan, no quiero ofender, pero hicieron playback. Que es verdad que hicieron un buen directo en Los Premios 40 (dentro de lo que cabe, porque vaya gallo que se pegó Leire, que se le coló una canción en medio de sus gallos, por no decir quien fue el listo que le abrió el micro a Xabi que entre que la chica no atinaba a la nota y el otro.... y todo eso lo escuché ¡hablando por teléfono!)

Pues esa era la historia, en realidad es muy corta, no tiene mucho argumento, aunque si banda sonora. Por eso (Resumen para mi primo) cuando digo "Suena Amaia Montero justo cuando me bajo del coche" es por la paradoja que la vida me está haciendo. ¿Por qué el destino me permite escuchar LODVG y no Amaia Montero?  Por no decir que no quiero elegir entre esos dos, a mi me gustaría poner la radio y que saliera Motel, Pxndx, División Minúscula, Miranda!, Belanova......

Yo y mis gustos musicales.
Espero que les gustara la historia.

Ahh primo, si escucho a Amaia Montero es porque ha grabado su ultimo disco en uno de los mejores estudios de grabación de Los Ángeles. Solo quería saber como quedaba el sonido y si se había rodeado de algún productor que tuviera dos dedos de frente y dijera "¿Y si le quitamos la respiraciones que siempre joden la canción?"

domingo, 11 de septiembre de 2011

Cambios

Y aquí estoy, en la soledad de mi piso, pensando si fue correcto llegar hasta aquí o debería haberme conformado con quedarme allí.
¿Estuvo bien la decisión que tomé? Tenía que haber elegido la opción más caprichosa y egoísta en vez de haberme conformado estar estudiando Física allí, en esa isla que no me dejaba respirar.

El verano ha pasado de una manera muy extraña, demasiado deprisa y demasiado lento, según las circunstancias. Pero lo más extraño ha sido todas las cosas que han cambiado en ese periodo tan corto.

Como ya he dicho, toca madurar y sola. No más Harry Potter, no más magia que me acompañe en esta nueva etapa, por lo menos en el cine.
Me he mudado, ahora vivo sola con una compañera de piso que desconozco.

Pero, probablemente el cambio más grande que he sufrido este verano ha sido enterarme que después de tanto tiempo ¡no soy Muggle! Si, me ha llegado una carta informándome sobre eso. Si, ¡he entrado en Pottermore!
¿Pero que hago ahora? ¿Tengo que cambiar el nombre del blog? "Mi no vida Muggle" ¿Y qué hago con mi camiseta? La tendré que modificar: "No me abraces, no soy Muggle"

No voy a cambiar, voy a seguir siendo la misma friki rara de siempre, puede que con otro acento, pero la misma. Ahora seré bruja, pero también quiero tener una vida Muggle, no sé, una vía de escape por si Voldemort regresa.

Utilizaré este blog para contar mis aventuras en esta nueva ciudad. Será como el blog de Lost in Englad que hizo Eli, pero mucho más actualizado (no quiero decir que no estuviera actualizado, porque en realidad no lo estaba, pero lo que quiero decir...bueno a lo que me refiero es que...en realidad es...¡Olvida lo que he dicho!)

No se preocupen, seguiré aquí con mis mismas paranoias, con mis mismas preocupaciones, con mis mismas dudas.

miércoles, 17 de agosto de 2011

Ceguera temporal

No recuerdo el por qué, pero mi cerebro me gritó peligro, y cuando me giré ante este lo vi llegar. Ahí estaba, acercándose ante mi como una serpiente que va a atacar, y atacó.
Mis ojos reflejaban terror y una brecha de dolor atravesó mi ojo izquierdo.
Lo último que recuerdo ver antes de que mis ojos se inundaran de lágrimas y los cerrara, fue las caras indiferentes de los demás, ajenos a lo que pasó y pasará.
Mi mano reaccionó y tapó mi ojo temiendo lo peor, con la otra intenté impulsarme para levantarme de ese sillón mugriento a tientas. Obligué a mi cerebro recrear la habitación y la salida, solo llevaba tres horas ahí, y el suelo siempre estaba inundado de juguetes.
Y no me equivoqué, después de dar mi primer paso ciego golpeé algo con un sonido similar a los Legos.
No sé que pasaba a mi alrededor, puede que estuviera maldiciendo por lo bajo o por lo alto, no lo recuerdo, solo oía gritos incoherentes y algunos me obligaban a detenerme y quedarme ahí. ¡Si, claro! 

Cuando mi mente me alertó de que me encontraba al lado de mi mochila obligué a mis ojos (o al menos al derecho) a abrirse. Mi ojo mandó una imagen muy borrosa y supuse que esa mancha sería mi mochila, y el tacto me lo confirmó.
Solo me quedaban dos pasos para llegar a la puerta y cuando llegué mi mano buscó a tientas el pomo de la puerta. Estaba cerrada. De nuevo, y soportando el dolor, abrí los ojos y examiné la puerta buscando algún cerrojo y deseando que no hubieran cerrado con llave, pues me negaba a tener que quedarme un minuto mas ahí. Lo encontré, la puerta se abría y la atravesé. Intenté cerrarla de un portazo, como tantas veces ellos han hecho, pero no sé si alguien venia detrás de mi o era que mis fuerzas se habían acabado.
Mi cerebro me recordó que se aproximaba la escalera, y mientras tocaba a tientas la pared mi mano tocó un interruptor. No sé si era un timbre o era la luz, pero ante mis ojos, la escalera seguía igual de oscura que antes.
Bajé, mis fuerzas no daban a mas y mi cabeza daba vueltas. Dejé atrás los gritos, y esa voz infantil que decía mi nombre, no sé si era porque me alejaba o era porque ese pitido que entraba en mis oídos me impedían escuchar.
Con una mano en la barandilla y la otra en mi ojo bajé por esa escalera de caracol. Sus escalones, que no seguían patrón alguno, provocaron que diera mas de un traspié. Nunca tres pisos se me habían hecho tan largos.
Supe que había llegado al rellano porque en mis oídos se coló un ruido ensordecedor, como un reloj acelerado, como una máquina de coser.
Ya no podía obligar a mis ojos a abrirse, me quedé ciega y ese sonido me volvía loca. Solo quería salir de ahí y no podía orientarme.
Todo daba vueltas, intenté caminar pero me mareé y caí contra una pared.
Recuperé fuerzas y me di cuenta de que no estaba sola, creo que me dijo algo, no lo recuerdo. Al igual que no recuerdo si la puerta de la calle estaba abierta o la abrió él o yo.
Sé que llegue a la calle solitaria, que miré a ambos lados sin mirar nada, que di un par de pasos y que me desplomé sobre la acera.
Y ahí estábamos, MI SALVADOR y yo, respirando el aire fresco de la noche, yo intentando reprimir las lágrimas y él intentando suavizar el ambiente de esta guerra que ya está perdida.
Escucho pasos, me preparo para lo que vendrá. Pero no, solo son tres personas que pasean tranquilamente por la calle.

¿Pero qué pensaba, quién se iba a preocupar de mi?
Solo soy un Alien llorando en una calle de Barbastro.

jueves, 14 de julio de 2011

ϟϟ It's not just the End of an Era, It's the Beginning of a Legend ϟϟ

Y llegó el día... 14 de Julio del 2011. El que he estado deseando tanto tiempo y a la vez el que más he odiado.
No creo que pueda escribir una entrada como la de ¡El comienzo del fin! porque mis ánimos son completamente opuestos. Así que... ¡vuelvan a leerla y ya está!

Recuerdo cuando escribí esa entrada, la empecé en clase de Filosofía y la terminé en la de Lengua. Iba con mi camiseta, la que pone el título de este blog, abrazando a toda persona que me encontraba. Hoy, la situación es diferente, son las personas las que me abrazan a mi, creo que es porque lo notan en mi cara.
También recuerdo que estaba muy feliz. ¡Claro que estaba feliz! Se estrenaba otra película, y como todas las anteriores yo no paraba de sonreír. Sabía que el final estaba cerca, pero no sabía que estaba TAN cerca. Pero hoy... no, no estoy feliz ni sonrió. Bueno sí, una parte de mi si pero le vence la tristeza.

Ya os he dicho que soy rara y creo que os estáis dando cuenta ahora. "Es sólo una película". ¡Claro que no! No es una película, ¡son ocho! y han pasado diez años desde la primera. Y no es un libro, son siete y han pasado catorce desde que salió el primero. Si lo comparamos con mi edad (dieciocho) es toda mi vida, es mi infancia, es todo un mundo de fantasía y magia que me ha acompañado.

Hoy en el cine lloraré más que Emma Watson en la Premiere Mundial en Londres. Espero que las lágrimas no afecten al 3D. Pero hay una cosa buena y otra mala con el 3D, la mala es que los Yelmo Cineplex no te dan la gafa versión Harry Potter como en otros cines (¡cutres!) Y la buena es que cuando salgas del cine con tus ojos hinchados y rojos de tanto llorar te podrás dejar las gafas para ocultarte, lo de llegar viva a casa es otra historia.

No sé que más decir, lo que quiero decir ya lo dije en ¡El comienzo del fin! así que solo puedo decir:

Hoy el mundo muggle estará invadido por el mágico.

¡Coged los pañuelos y sacad vuestras varitas porque termina la Gran Batalla!


domingo, 10 de julio de 2011

Las Responsabilidades y las Reliquias de la Muerte

En este preciso momento debería estar viendo el especial de Harry Potter que dan en La Sexta, pero no es así. También hace un par de días debería haber empezado la cuenta atrás para la última película, como hice el año pasado, pero tampoco es así. Sinceramente... no quiero ver la película.

"¿Pero que te pasa? ¿Ya no te gusta la magia?" Si es eso lo que te estás preguntando estás muy equivocado. Pero... algo ha ocurrido.

Llevo un par de meses que bueno... estoy más rara de lo normal, o dicho de otra manera, soy menos normal de lo normal. Y es que estoy viendo el fin demasiado cerca.
Ya no me paso el tiempo haciendo música, soy incapaz de estar diez minutos grabando instrumentos. Ahora lo que hago es rebloggear fotos con suspiros que me recuerdan a tiempos pasados, retwittear frases afirmando a una pantalla y diciendo cuan cierto es, buscando grupos en Facebook que me digan lo que quiero ver.
Puede que lo haga para que esas fotos se queden guardadas en un dominio de Internet, puede que también lo haga para que esas frases las vean todos y sepan que es eso lo que yo diría pero no me atrevo a decir, o puede que solo busque grupos para saber cuando dejarán de actualizarlo y saber que ya llegó el verdadero fin.
No sé porque lo hago, pero necesito hacerlo. Ahora soy como un globo que puede explotar en cualquier momento.

Puede que no entendáis lo que estoy diciendo, lo resumiré con una palabra: Responsabilidad.

Vamos a centrar la historia en un periodo reconocible (que para algo es mi vida muggle, no mi vida a secas). Entre el estreno de Harry Potter Parte 1 (Noviembre 2010) y la Parte 2 (Julio 2011).

¿Qué a pasado en esos nueve meses? Pues cosas ha pasado, no voy a negarlo. Como ya dije en Promesas/Decepción el mundo de los sueños se va desmoronando para dejar paso al real: drogas, sexo y nada de rock & roll.
Hace un par de años mis únicas preocupaciones eran tener mi reloj en hora y con pilas para que me marcara la cuanta atrás de mi vida y mantenerme viva para poder leer el siguiente libro y ver la siguiente película. Así se podría resumir mi vida, pues los que me conocen sabrán que a mi pocas cosas me preocupan, todo lo dejo pasar.
El reloj... era algo muy importante en mi vida, igual que mis viejas All Stars, pero justamente en estas navidades (un mes después del comienzo del periodo reconocible) esas dos cosas desaparecieron. Dejaron paso a otras más nuevas... estaba madurando.

Mi madre siempre dice que maduré hace tres años en un corto espacio de tiempo. Vaya, que maduré por necesidad, era eso o morir. Pero es mentira: no maduré, me hice experta en fingir. 
En realidad cuando he madurado ha sido en estos nueve meses. Una serie de responsabilidades vinieron a mi reclamándome, yo les dije que no quería saber nada, que yo estaba muy bien así con mi vida, mi reloj y mis viejas zapatillas. Pero no le gustó mi respuesta, me dieron un nuevo reloj para contar el tiempo, pues el anterior solo daría la hora hasta el 15 de Julio del 2011 (curioso ¿no?), unas nuevas zapatillas porque el camino que me queda por recorrer desde ese 15 de Julio sería largo y un ticket para una nueva vida camuflado en una entrada de cine para una película el 14 de Julio del 2011 a las 19:00 en la Sala 1.  


Y ahí estaba yo, con esas tres cosas. ¡TRES COSAS! Yo veía alejarse a las responsabilidades y les grité "¿¡Esto qué son... las Reliquias de la Muerte?!" El Reloj, la Zapatillas y por ultimo la entrada... juntas pueden derrotar a la muerte. Qué chistosas son las responsabilidades...


O puede que no tanto... Durante esos meses me dí cuenta que en realidad si tenía otras cosas que preocuparme. Los estudios, superar el curso, aprobar la Prueba de Acceso a la Universidad. Cosas que necesitaban mi tiempo, ese tiempo que se iba gastando en mi antiguo reloj. Pero no fue eso lo más difícil a lo que me debería enfrentar. Todavía me queda el vivir sola, empezar la universidad y todo eso lejos de mi casa, con un nuevo reloj y unas nuevas zapatillas.


Sí, vamos a ser sinceros, tengo miedo. Tengo miedo a lo que pase después del 15 de Julio, tengo miedo de olvidar estos diez últimos años de mi vida, tengo miedo de que al salir del cine mi último Horcrux de mi infancia se destruya, porque aunque no quiera reconocerlo eso es lo que soy, una simple niña que se ha quedado encerrada en el mundo de los sueños, en un mundo paralelo a este, rodeada de magia.


No quiero gastar esa entrada, aunque parece absurdo pues Harry Potter se acabó hace tiempo con el último libro, pero lo he querido alargar, bueno, lo hemos querido alargar con las películas. Y cuando parecía inminente el final llega nuestra Reina Rowling y crea PotterMore. Pero... ¿será eternamente?


Y aquí me encuentro, a cuatro días del final y con las Reliquias de la Muerte en mi poder. Parece que todo apunta a que las responsabilidades tomarán el poder en mi vida. 


"Juntas convierte al que las posee en el Maestro de la Muerte". Me dijeron las responsabilidades antes de marcharse, refiriéndose a que si llevaba las tres cosas al cine empezaría esa nueva vida que yo no quería.
"¡Eh!, ¡Responsabilidades!"- Les grité cuando entendí su mensaje. Pero fue demasiado tarde, y se fueron sin oírme lo que les quería decir. "Que yo al cine voy a ir con mi antiguo Reloj y mis viejas All Stars" 


Pensé que iba a madurar, estaba equivocada, no maduré, me hice experta en fingir.



jueves, 23 de junio de 2011

Maratón: Día uno

No pensaba escribir nada sobre la Maratón de Harry Potter, pero cuando empezó la película dije "Esto lo tengo que contar"

Sinceramente, recuerdo muy vagamente la primera vez que fui a ver Harry Potter. No sé porque, pero mis padres me llevaron a verla y en realidad recuerdo que no quería verla, ¡¡y no sé porque!!. Nunca me hubiera perdonado si no la hubiera visto.
Pero al final la vi, recuerdo las largar colas para entrar al cine pero no recuerdo que pasó dentro. Sólo sé que entré siendo una niña más o menos normal y salí transformada.
No podía creer lo que había visto, existía un mundo así y nadie me había avisado. Pero bueno, lo de avisar no me preocupaba, todavía no tenía 10 años, así que la carta todavía no me tenía que llegar.

Pero ayer no hubo colas para entrar al cine, mis padres no me llevaron a verla y esta vez si quería ver la película. Y lo más extraño fue que cuando estaba entrando a la sala descubrí que estaba nerviosa, igual que cuando entraba a ver una película de pequeña y no como entro ahora al cine pensando si harán una buena adaptación.

Y empezó, salió el logo de la Warner todo dorado, ¡lo recuerdan cuando no tenía efectos! Claro que lo recuerdan, como si no hubiéramos visto mil veces la película.
No sé, pero me sentí como si volviera a tener ocho años de nuevo, pero al mismo tiempo me sentí como una persona muy mayor que ve películas viejas para recordar su juventud, y eso se incrementó cuando puedes ver la calidad de la película, no tiene los mismos colores que las nuevas.

Muchos me tachan de loca o de friki, y si tienen razón pues lo soy, por pagar quince euros para ver unas películas que tienes en tu casa. Bueno, cuando hagan la maratón de Crepúsculo (espero que no) ya veremos quien es la friki, pero por ahora, volvería a pagar por ver otra maratón. Vale que salí agotada del cine, que llegué a la una de la madrugada, pero volvería a hacerlo.
Lo volvería a hacer por el simple hecho de ver esas películas en pantalla grande, por admirar cada detalle que en una pantalla de televisión no puedes ver, por escuchar los efectos de sonidos recorrer cada altavoz y por volver a escuchar la banda sonora de John Williams... Me encanta la banda sonora, y se nota muchísimo cuando Williams dejo de hacerlas. El Hedwig's Theme es un himno para toda nuestra generación y en las tres primeras películas la podías escuchar en cada escena, siempre modificada. Con violines, con coro, con caja de musica y sobre todo, en el final de la película con toda la orquesta.

También lo volvería a hacer porque es una película de Chris Columbus, el supo poner todo lo que los fans queríamos, porque los pequeños detalles son los que nos hacen feliz. Me encanta el aspecto de Hogwarts, el de sus alumnos, con sombrero de pico en el banquete de bienvenida, la vestimenta de todo el reparto e incluso de los extras, pues sí parece que están en el 1991.

Y que decir de los créditos finales... Eran letras blancas sobre un fondo negro. Sencillo, quien pensaría que tendrían tanto éxito como para hacer con efecto los créditos. Eso empezó con la tercera.

Pues yo lo volvería a hacer, son pequeños detalles que me hacen sentir bien, feliz, sin preocupaciones, como cuando tenía ocho años y me quedaban seis películas por ver y cinco libros por leer.

Ahora a esperar otra semana. El Maratón continua.

lunes, 20 de junio de 2011

¿El verano de mi Vida?

Se terminaron las clases, se terminaron los estudios, se terminó la PAU. Se terminó todo y comienza lo que mucha gente ya lleva diciendo que será el mejor verano de sus vidas.
Nos podemos remontar a meses atrás, donde la gente ya hacía planes para dar la vuelta al mundo con una mochila a la espalda. Se terminaba el instituto y había que hacer todo lo que fuera en ese verano. Vamos a ir a la universidad, ya no nos servirá lo que habíamos aprendido, así que, ¿por qué no borrarlo con un coma etílico?. Por qué no probar todas las bebidas, por qué no probar todas las pastillas, por qué no probar.... Bah, esto se me está yendo de las manos.

Yo también había planeado el verano de mi vida. Pero ahora cuando me preguntan yo les contesto: "Te aseguro que no terminaré en el hospital como tú"

¿Mi verano? Chicos, os contaré algo. Nunca hagáis planes. Nunca vas a hacer lo planeado.
Mi primer plan fue: "Vamos a ir a Orlando" Pero según salió de mi boca supe que ese plan no serviría.
Todavía me queda mucho por ahorrar para poder ir a Orlando, por ahora tengo para una cerveza de mantequilla. Así que, probablemente vaya cuando sea mucho más mayor. Cuando lleve a mis hijos adoptados.
Ahora mismo, los niños no están en mis planes de futuro, pero si algún día tengo, os aseguro que seré de esas madres que llevan a sus hijos de vacaciones a un parque temático, y no, no los llevaré a Disney. Los meteré en un avión, cruzaremos el Atlántico y llegaremos a Orlando, para que vean el sitio perfecto, para que se traumaticen desde pequeños. Los llevaré al Mundo Mágico de Harry Potter.

También descartemos pasar el verano en el extranjero para aprender idiomas. Es una larga historia con mis padres. Pero en resumen, no me han dicho que no, me dijeron algo más sutil pero que causó más efecto: el de no volver a insistir.

Luego está el campamento que iba a ir en verano. Llevaba dos años lanzando indirectas, diciendo que este verano, como ya tenía 18, si iba a ir. Creo que ya sabéis que no voy.
Chicos, otro consejo. No dejéis que vuestros padres decidan por vosotros. Tenéis dieciocho, no preguntéis, hacedlo. Que se enfadan, sí, pero lo pasaréis de puta madre. Mejor que pasar un verano arrepintiéndote.

También está lo de ir al Estreno Mundial de Harry Potter. No, en Orlando con LeakyCon fue lo primero que os conté. Es el mítico estreno en Londres. Llevan organizando quedadas para ese estreno desde el estreno pasado. Con sus camisetas de Rowling's Army.... yo quiero!!"
Chicos, si hay un estreno en vuestra ciudad, no dudéis en planear cosas. Eso si saldrá bien.

Descartado el estreno en Londres, pasamos al de Madrid. Bueno, si no voy al campamento que es en Madrid, ¿qué me hace pensar que iré al estreno?

Y llegamos al final de los planes de mi verano: Lan Party 2k11. Si, a esto podría haber ido, pero una parte de mi no quería, y no se por qué. Sospecho que es porque me sentí culpable que mi familia hubiera planeado ir a un apartamento la misma semana de la Lan Party, aunque yo les hubiera dicho que esa semana ya la tenía ocupada y a ellos le importara una mierd. ¡¿Y luego soy yo la que me siento culpable?! También puede ser porque después de las vacaciones probablemente me iré a estudiar a Las Palmas (no lo tengo planeado) y quiero pasar el verano en familia.
Seguramente fue por eso por lo que dejé pasar la suscripción. No lo sé.

Sólo sé que este verano no haré nada de lo que me había propuesto. Sí, seguramente iré al Salón del Manga algún día, pero nada más.

Creo que este verano volveré a estudiar, me sacaré el maldito carnet de conducir para callar unas cuantas bocas. Cuando lo tenga (ojo, lo estoy planeando, esto no va a salir bien) lo guardaré en la cartera y.... ¡A coger polvo!! También intentaré buscar trabajo (si, otro plan)

También haré todas esas canciones que prometí hacer, y también las que no hice y me arrepentí cuando se me estropeó el ordenador.

Pero de lo que estoy segura es de que veré la última de Harry Potter, ya sea aquí o en la Luna, la veré aunque me cueste el verano.

Ahora los Yelmo van a hacer una maratón de Harry Potter. No estoy haciendo planes, voy a ir a comprar las entradas, sí o sí. Si alguien quiere venir... y si no, las veo yo sola.
¡Queda dicho!

Feliz verano para quien lo tenga.

sábado, 28 de mayo de 2011

Soñando con tu mano. Capitulo III

-¿No escuchaste el nombre del hospital?
-¡Claro que si! ¿Cómo crees que estoy aquí?


-¿Y mi hija?- Le preguntó a los profesores que se encontraban a unos metros de mi. Ellos me señalaron y me entro el pánico. ¿Qué le iba a decir? ¿Qué iba a pensar al verme cubierta de sangre?
-¿Dónde la llevaron?- me preguntó. En su rostro podía ver desesperación.
-Al Universitario, la llevaron al Universitario- dije conteniendo el aliento.-Sígueme.-¿Qué?-Vamos, te llevo al hospital.-Ah! Si, deja que coja mis cosas.- me encaminé a buscar mi maleta, en mi lugar de observación, donde pasaba todos los días mirándola.

    Cogí mi mochila, manchandola de sangre. Regresé sobre mis pasos, observando como había dejado mis huellas. Seguí a su madre que se dirigía a los aparcamientos, en ese momento pude observar la realidad a la que había estado ignorando. 
    Pude ver que seguía teniendo público, pero esta vez, eran personas que desconocía, también vi a los profesores y a la policía, demasiada policía. Pude ver como dirigía el trafico, controlaban a los transeúntes, hablando con testigos. También vi el coche, hasta ese momento no me había percatado del coche. Caminé más deprisa, lo último que quería en este momento era un interrogatorio. Llegamos a su coche, agradecí que fuera azul oscuro, así no se vería el manchón de sangre que había dejado al abrir la puerta. Cuando cerré la puerta, dejando su respectiva mancha, el coche ya estaba en movimiento. 
    Me puse el cinturón e intenté tocar el coche lo menos posible. 

-En la guantera hay pañuelos para que te limpies.
-No hace falta, no quiero mancharte el coche, además, ya esta seco- mentí, seguía estando igual de fresca la sangre.
-¿Qué importa una mancha más?- me dijo intentando sonreír señalando el asiento. No me había dado cuenta que tenia el pantalón manchado.
-Lo siento- dije dejando un incómodo silencio.
-No te conozco, ¿estás en la clase de mi hija?- cuando dijo "hija" se le quebró la voz.
-No creo que me conozcas, tampoco soy tan importante.-sonrei tristemente- Estuve el año pasado en su clase, pero este año no.

    Conducía a una velocidad que seguramente no estaba permitida en el centro de la ciudad. Se saltó semáforos, adelantó peligrosamente coches y motos, y por un momento dudé si llegaría al hospital por mi propio pie o por el contrario, llegaría con más sangre de la que ya tenia encima.

-¡Cuidado!-exclamé al ver como nos acercabamos peligrosamente a un camión- vamos a llegar antes que la ambulancia.
-¿Cómo fue? ¿Qu-qué pasó?- me preguntó llorando.
-Pues... Los coches estaban mal aparcados y para mirar si viene alguno tienes que asomarte mucho...y el coche iba muy rápido- intente explicar lo mas razonado posible, pero ni yo sabia que había pasado.
-Pero tú... ¿Estabas a su lado? ¿Estabas cerca de ella? O ¿cómo llegastes allí?- me preguntó sin comprender.
-En realidad no estaba nada cerca. En realidad...-me callé, no le iba a decir que tenia una obsesión con su hija- solo supe reaccionar.

     Llegamos al hospital librandome de dar mas explicaciones. Dejó el coche en un lugar que supuse que estaba prohibido y entramos corriendo en urgencia. Preguntamos en el mostrador y me di cuenta que la gente empezaba a murmurar  por mis manchas.

-Acaban de entrar en quirófano.-nos dijo la chica que estaba detrás del mostrador.

Su madre empezaba a desesperarse y yo no sabia que hacer.

-¿Quieres que haga o te traiga algo? ¿Llamo a alguien?
-No, estoy bien.-no la creí- deberías ir al baño a limpiarte.

      La verdad es que no me apetecía quitarme su sangre. Ya se que suena muy mal, pero nunca volvería a estar tan cerca de ella como lo estoy ahora con su sangre. Aunque me había visto en el reflejo de un cristal, sabia que la gente pensaría que me había tirado a un charco de sangre. Antes de poder replicar, salió un enfermero.

-¿Son familiares?-Asintió su madre, yo no me inmute- Vamos a iniciar la operación, le implantaremos la mano. Ha perdido sangre y necesitamos donantes- esto último lo dijo mirándome, con un tono de afirmación, no de propuesta.
-Bu-bueno, no se que tipo sanguíneo soy, pero yo podría donar.
-Perfecto, ¿ves a mi compañera en esa puerta? Ella te hará un análisis.

     Me dirigí hacia donde ella se encontraba, pensando desde cuando las enfermeras vestían así. Entramos a una sala en la que solo había un escritorio, una camilla y un lavabo al lado de un armario.

-Por que no te lavas las manos para analizarte la sangre- le hice caso y me lave las manos,el agua pasaba a través de mis dedos volviéndose roja, formando un remolino rojo en el sumidero. Terminé y me sequé las manos. Al darme la vuelta pude observar como miraba todos mis movimientos.
-Ven, siéntate.-dijo ella sentada detrás de la mesa.-Bueno, ¿cómo te sientes?- Me dijo mirando las agujas.

En ese momento comprendí que nunca me sacaría sangre.

lunes, 9 de mayo de 2011

Soñando con tu mano. Capitulo II

Dijiste que te quitaste el cinturón. No lo entiendo.


Ruido, eso era lo único que oía. Sus gritos, los de la gente y el exceso de información proveniente de mi cabeza que no me dejaba pensar con claridad.
De rodillas a tu lado, en una mano mi cinturón y en la otra tu mano. Intentaba pensar que tenia que hacer, y solo esperaba que las películas de verdad enseñaran algo. Tenía que para la hemorragia. 
Sangre, solo veía sangre. Aprete mi cinturón alrededor de tu muñeca. Maldije por lo bajo al no ver ningún efecto, seguía sangrando. Lo apreté más. Un grito de dolor se coló en mi cabeza.

-Lo siento, lo siento- le susurré.

La arrastré un poco para quitarla de la calle y la recosté sobre mi. Me estiré para alcanzar su mano y la situé a mi lado. Otro grito de exclamación por parte del publico.

-¿Llamaron a la ambulancia?- grite. Vi como movían sus cabezas afirmando ante la pregunta.

La volví a mirar, seguía estando igual de bella, aunque estuviera cubierta de sangre. Intenté limpiarle una mancha de sangre que tenia en su mejilla, pero lo único que hice fue mancharla más, pues mis manos también estaban cubiertas de sangre. Cogí su mano, tenia que hacer algo. Miré a la gente buscando una respuesta.

         -¡Ey tú!- llamé a su querido amigo,que era el más cerca que estaba- Vete al bar y pide una cubitera, con muchos hielos- no hubo respuesta, él siempre tan valiente- ¡Vete ya! Hazlo por tu amiga, no porque te lo halla pedido yo.

Paso rodeando el charco de sangre y lo vi marcharse. No me había dado cuenta que seguía agarrando su mano. Nunca había tocado su mano, en realidad, nunca había estado tan cerca de ella. Me perdí de nuevo en su mirada.

        -Toma la cubitera- me sobresalté al escuchar la voz del camarero, a su lado estaba su amigo mirándola con la cara desencajada.

Cogí su mano, esa sería la ultima vez que la sostendria, suspiré y la metí en el recipiente. Inmediatamente los hielos se tiñeron de sangre. Cogí unos cuantos hielos para cubrir su mano, al hacerlo, los hielos se me pegaban en mis dedos ensangrentados.
Note que llegaron unos profesores que en vano intentaban que los alumnos entraran a las clases. Me hablaron, pero no los entendí. En ese momento estaba pensando en su madre. ¿Alguien la habría avisado?
Una sirena interrumpió mi pensamiento. La ambulancia se paró delante de mi. De ella se bajo un médico con los guantes ya puestos y una bolsa, mientras que el conductor sacaba la camilla.

       -¿Dónde esta la mano?- me preguntó sacando material de su bolsa.
       -En esa cubitera- le dije con un hilo de voz señalando la cubitera que estaba a su lado.
       -¿La has metido en hielo?- me preguntó asombrado.
       -S-s-si- contesté asustada- ¿No debí hacerlo?
       -No, no es eso. Lo has hecho muy bien- me dijo ya mi lado con un elástico en la mano- igual que el cinturón, ya puedes soltarlo.

Me levante y vi como le ponían una vía. Ya no había nada que hacer. Retrocedi, saliendo del charco de sangre, dejando mis huellas.
Vi como un profesor se acercaba a los sanitarios, le decía algo, a lo que ellos respondieron volviendo la cabeza hacia mi.
Levantaron la camilla. Instintivamente corrí hacia ella sin saber el por qué.

      -No te podemos llevar- me dijo cerrando las puertas y dirigiéndose a la puerta del conductor- pero tienes que ir para que te reconozcan.
     -Pero... ¿A cuál?- le pregunté.
     -¿Dónde esta mi hija?- escuché el grito desconsolado de una mujer mientras la ambulancia se marchaba.

martes, 26 de abril de 2011

Conversaciones con informáticos

Esto no me puede estar pasando a mi! Llevo dos semanas y seis días sin mi ordenador, y más sin hacer música!!
Me estoy desquiciando, me entregan mi ordenador con un virus más grande que la isla y encima para colmo vacaciones sin pc.

Tuve una conversación muy inteligente con el informático, fue algo así como:
"-No sé como, pero tengo instalado el Windows Rescure, y eso me está señalando errores en la memoria RAM y en el disco duro"
"-Ah, si! Yo lo vi, pero como cada uno tiene su antivirus"
Y en ese momento yo pensé: "Este tío es idiota!! Dónde se sacó el título!! Informáticos que no saben que eso es un virus!!"
Pero dije:
"-Pero por si no lo sabes, eso es un virus, y no se cierra" Ya lo veía yo que me iba a romper el botón de darle tan fuerte a la X para cerrarlo.
Y el poco acreedor de eso, pues el es informático, murmurando "Eso es imposible" hace un truco que solo se aprende en el último curso de la Escuela Superior de Informática Avanzada de Pigfarts, toca [Ctrl]+[Alt]+[Supr]. Y cuando está buscando el botón de suprimir yo le digo:
"-No lo intentes, no existe el Administrador de Tareas"
Y lo comprueba, y se queda mascullado cosas sin sentidos de la que logro escuchar "Pues va a ser un virus". Y yo para darle más pruebas, porque parece que no se lo cree le digo:
"-Y me ha borrado todo el disco duro"
Y me reta diciendo: "¿Cómo sabes eso?" Y yo en ese momento lo confirmo, es idiota!! Pero me tranquilizo y le digo:
"-Porque, mire aquí, ¿usted ve esto? ¿Usted ve el escritorio? Pues esto antes, esto era TODO carpetas"
Y me discute:
"-Pero puede que lo guardaras en otro sitio"
Exploto.
"-Mire el menú de inicio y dígame si hay algo!!"
Claro está, que no había nada en el menú de inicio.

Y ahí sigue el informático, peleándose con un virus que en su vida ha visto, pero que en Google tiene todas las soluciones.

Ya estoy mentalizada, ya sé que no tengo esperanzas, que he perdido todo.
Empezaré de nuevo...

miércoles, 13 de abril de 2011

Soñando con tu Mano. Capitulo I

¿Recuerdas como empezó todo?
Fue un simple error en el guión de mis sueños. Solo un simple error.
Pero algo alteró mi rutina. Ya sé que todo paso muy rápido, pero fue un error.
¿No lo recuerdas? Te explicaré mi error, más despacio.

   Rutina. Me he despertado, y lo que me espera es la rutina. Una rutina que empezó hace un año. Saboreo mis últimos segundos de felicidad, sueños. Sonrío al recordar mis sueños. Pero me viene a la cabeza el primer sueño culpable de esta rutina. Me levanto, no quiero pensar en ese sueño.

   Veinte minutos, ese es el tiempo que tengo para verte sin soñar. Veinte minutos donde permanecemos en un mismo lugar, tan cerca pero tan lejos.

   Estoy hablando con mis amigos, tonterías es lo único que decimos. Pero no importa, sonrío, porque te veo llegar. Te miro, ahí estas, siempre tan sonriente. Te miro, siempre por encima del hombro de mi amigo. Risas, se mezclan las tuyas con las nuestra.

   Te vuelvo a mirar y me cruzo con tus ojos. Se detiene el mundo. Solo estamos tú y yo. No existe nada más. Me pierdo en tus ojos y me recupero en tu sonrisa. Intento sonreír, para que sepas que yo también te he visto, pero cuando lo hago el mundo vuelve a girar. Solo fueron tres segundos. Ya no me miras y disimulo mi sonrisa con un chiste malo que han contado.
Se acabaron los veinte minutos.

   Los días pasan con la misma rutina, con los veinte minutos que cada día me sabe menos.
Y ahí estás tú, hablando con todos, riendo. Yo sigo aquí, mirando al sur, porque ahí sueles estar tú. Vas a tu bolso y coges la cartera. Vas a comprar. Ya no son veinte minutos.

   Oigo risas, pero no me molesto en reír. Estas a un paso de llegar a la calzada. Mi cuerpo reacciona y echa a correr. Rompo la barrera humana que hacen mis amigos.

-No - Grito.

   Se escucha un frenazo, luego un golpe, cristales rotos, caes al suelo.
Solo son cinco metros, cinco eternos metros. Me quito el cinturón mientras doy mis últimos pasos.
Caigo de rodillas a tu lado y la gente empieza a girarse para descubrir que fue ese ruido.

-No, no- susurro.

   Cojo tu mano derecha sin importarme el grito que ha soltado ese público que tiene primera fila en la función de mis sueños.

domingo, 10 de abril de 2011

Recuerdos extraviados

Me siento mal psicológicamente. Ha sido una semana de desprecio tras otro. 
En este momento solo quiero encerrarme en mi cuarto, encender el ordenador y ponerme a hacer música. Pero ni eso puedo. Todo falla cuando uno lo necesita.
Mi ordenador ha muerto y creo que ha sido lo que mas me ha jodido esta semana. No por el hecho de que el ordenador muriera, sino porque en él esta el trabajo de un año entero creando música, mis versiones, mis proyectos, mi canción para el musical de HLRadio, la canción que hice para el corto de Ridícula...


Hubo una época de mi vida que para olvidarme de este mundo leía. Abría un libro y abría la puerta a otro mundo, y solo paraba de leer cuando mi cabeza me dolía lo suficiente para olvidar el por qué había decidido olvidar el mundo. 
Ahora no leo para olvidar, ni tampoco bebo para olvidar. 
Creo que me he releído tantas veces los mismos libros que ya no funciona lo de entrar a otro mundo, creo que una vez entré y no salí. 
He intentado con otros libros, pero ninguno tiene un mundo tan fascinante que consiga sacarme de este al que un día entré y no quise salir. 
Solo la música me ha hecho olvidarme de ambos mundos, solo los golpes de la batería consigue callar los gritos de mi cabeza. Y ahora temo no poder recuperarlo. 
Son los mejores recuerdos que conservo de este año. Porque en el se encuentra mucho mas que música. Existen violines para amigos que veo muy poco, hay guitarras para festejar cumpleaños de almas gemelas, también voces para la mejor familia y versiones para todos los que quieran. 
Temo perderlos, como pierdo todo lo que me importa. 
¿Será verdad lo que me acaban de decir? Que no sé cuidar nada. 
Puede que no merezca tener nada.

viernes, 1 de abril de 2011

Decisiones: Leones, serpientes, cuervos o tejones.

Lo que marca a las personas son las decisiones. No diferenciamos a la gente por sus gustos, estilos o simplemente por su apariencia. Lo que nos diferencia entre tú y yo es una decisión.
Por qué estás con ese grupo de amigos, por qué escuchas esa música, por qué te vistes así... Todas esas preguntas se responde muy fácil: "Porque lo decidí". No te vistes así porque te gusta, al igual que no estas con esa persona porque te pareció mas divertido que el otro, tuvistes que elegir y tomastes una decisión.

Yo decidí mal, y pude volver a reparar ese error, y volví a decidir mal.

Me convertí en la persona que ahora soy por una mala decisión. Me convertí en tímida, pasota, liberal, solitaria, amante de la música y en secreto de las obras de Gustav Klimt y Keith Haring, autodidacta, friki y mala en los amores.
Hace como unos diez años me dieron a elegir. Me dijeron si quería ser popular, pija y la hija de una profesora. Yo dije que no, no me interesaba ser popular por ser la hija de...; tampoco quería ser pija, porque.... porque no quería ni quiero ser pija; y mucho menos quería ser la hija de una profesora, no quería tener privilegios, no quería ser mejor por ser hija de..., no quería que aquellos que querían ser mis amigos en verdad fueran los amigos de la hija de la profe.
Me negué, dije que no, y así fue. Durante todo el colegio nadie me reconoció por ser la hija de una profesora, llegando a casos de "Fuera de aquí, esto es privado" y al lado mio estar mi madre y tener que decirle "voy a darle dinero a mi hija". Y me gustó que no me dijeran "Entra, y espera a tu madre". Utilicé el comedor y transporte escolar como otro alumno más, rechazando la gran oferta de otra profesora al ofrecerme llevarme a mi casa, no tardaría ni diez minutos, pero yo quería ser normal y decidí coger el micro, ruta 6, y tardar una hora en llegar a mi casa.

Hace casi dos años me volvieron a preguntar ¿No has cambiado de opinión? ¿No quieres ser popular?. En ese momento me sentí como si el Sombrero Seleccionador quisiera ponerme en Slytherin y yo no quisiera. Ya sabes que pasó, no decidí ser popular, no me puso en Slytherin, pero tampoco me puso en Gryffindor. Me colocó en Hufflepuff, si, en esa casa que dicen que solo van los que sobran.
Pero no me arrepiento ser de Hufflepuff, porque nosotros los tejones somos los mas leales, y con eso me siento feliz.
Pero no puedo evitar pensar que hubiera pasado si cuando me preguntaron "¿Tu eres nueva, quieres venir con nosotras?" yo no hubiera contestado "Gracias pero estoy esperando a una amiga". En realidad no lo pienso, sino que me arrepiento, porque no me sirvió para nada esperar a esa amiga.

Me gustaría saber si al haber dicho que sí, yo seguiría siendo de Hufflepuff o ahora estaría en Gryffindor. Porque lo que sé, es que si hace diez años hubiera decidido ser popular, ahora mismo no tendría esta duda, se que sería de Slytherin.

Hoy he vuelto a decidir, pero esta vez no es para ser popular o no. He decidido colgar una historia en este blog. En esta historia no voy a dar ningún nombre a los personajes, porque se basa en una media realidad.  ¿Por qué lo hago? Porque nadie va a saber de quien se trata, la gente puede que saque alguna lista de sospechosos, pero nada más. Porque en realidad quienes saben el nombre de esos personajes nunca entran a este blog. El secreto está a salvo, y si se revelara, tampoco me importaría. Soy así de rara.

sábado, 5 de marzo de 2011

5 de Marzo

Hoy pondré el modo automático, me situaré al lado del teléfono y repetiré esa frase que previamente he grabado: "Gracias"
Sonreiré para que nadie note que soy mas rara de lo normal, pero por dentro estaré llorando.
Seguiré al lado del teléfono, esperando una llamada con mas ansias que la carta de Hogwarts, pero como esta carta, esa llamada nunca llegará.
Malditos traumas infantiles que me habéis hecho mas rara de lo que ya soy.

-Corre! Sopla las velas y pide un deseo. Dime, ¿Que pediste?
-Que esa llamada llegara, aunque no pudiera hablar con el mas allá, al descolgar el teléfono sonara Feliz Cumpleaños, me conformaría con eso.





6 de Marzo, 12:00 A.M. Ya puedo soltar el teléfono

miércoles, 2 de marzo de 2011

Promesas/Decepción

Llega un momento en tu vida que te das cuenta que la gente no es como tu creías.
Te decepcionan tus padres, te decepcionan tus amigos, te decepcionan tus ídolos, hasta te decepciona el final de esa película que acabas de ver.

Conforme pasan los años, tu mundo ideal de sueños se va desmoronando.
La magia deja paso a las drogas, ya no hace falta una escoba para volar.


¿Recuerdas ese amigo que te prometió que siempre estaría ahí para cualquier cosa? Pues ahora lo necesito, y no está. No coge el teléfono, no responde tus mensajes y todas las promesas que teníamos ya no existen.

¿Será por que me estoy acercando a los dieciocho? No lo se. Solo se que esta cápsula donde vivo cada vez hay mas grietas, cada vez entra mas el aire.


¿Pero sabes que es lo peor de todo? Saber que todo esto que me está ocurriendo ya alguien me previno, saber que alguien me advirtió cuando me estaba haciendo mi cápsula. 

"No es bueno dejarse arrastrar por los sueños y olvidarse de vivir."

Pero como voy a hacer caso a eso si el mundo en el que vivo es una mierda y el de los sueños no.


Ahora tengo que enfrentarme al mundo real. Ahora no seré esa persona tan alegre que siempre pasa de todo.


Ahora sé que solo tengo siete libros para volver a ser feliz.


Hola mundo de los sueños.
Primer libro. Capítulo 12: "El espejo de Oesed". Página 178.


No es bueno dejarse arrastrar por los sueños y olvidarse de vivir.


Paso la página, sin hacer caso de la advertencia, una vez más, ya he perdido la cuenta. Página 179.

lunes, 28 de febrero de 2011

Ridícula

Aviso: Si estas leyendo esta "crítica" y has visto el corto, debes saber que esto ha sido escrito a las ocho de la mañana en una clase de filosofía. Toda crítica que se salga de la realidad o en la que no estés de acuerdo no me hago responsable. Es culpa de la filosofía de Karl Marx que no se puede comparar con la de Kant.

Justamente doce horas antes de estar escribiendo esto, me encontraba en Tenerife Espacio de las Arte, delante de mí, se encuentra Iván López (Objetivo en Corto).
Los dos estamos en el estreno de Ridícula, un cortometraje escrito y dirigido por Domingo González, de Digital 104 (Mº Eugenia ArteagaJonay GarcíaDomingo González y Jairo López), donde cuenta la historia de Laura:
La vida ya ha decidido por ella lo que una mujer de su edad debe de hacer.

Trailer del cortometraje "Ridícula" from Digital 104 on Vimeo.

Vamos a empezar con la "crítica" pero antes, me tengo que deshacer de esa gente que no ha visto el corto. Como lo hago....
¡¡DESNUDO EN EL MINUTO DOS!!
Españoles.... se mueren por ver carne...

Creo que debo empezar por la gran actuación de todo el elenco, sobretodo por parte de Eric Peña y Miguel Ángel Jerez. Ellos dirán que es su primera vez, pero parecen que llevan toda su corta vida insultándose. Destaco su naturalidad, que me han hecho olvidar por un momento que estaba viendo un corto y creí que estaba en una de mis discusiones con mi hermana.
A Montse Germán que ha hecho una gran actuación y le quedaron muy bien los periódicos que hizo. 
Aroha Hafez con su risa contagiosa. Enekoiz Rodríguez por no perder la seriedad oyendo reír a Aroha.
También a Empar Ferrer, como siempre, perfecta. Tengo que destacar (es que si no lo digo reviento) que seca un vaso y lo vuelve a poner donde estaba, solo decir: ¡¡¡Eso está mojado!!!
Pero sobretodo, mención especial para los chicos del periódico y sus espalda anchas a base de cargar periódicos.

Hablando de periódicos, una duda que tengo: la jornada laboral de Laura ¿cuándo tiene libre? Porque por aquí tenemos una gran dilema. ¿Cuándo sale de fiesta? ¿Antes o después de trabajar? o en su día libre, suponiendo que tiene. Sí señores, yo veo un corto, y me fijo en eso. No hace falta que me digan "rara", ya lo sabía.

Domingo González ha conseguido algo que muy pocos consiguen: hacer un Harry Potter. ¿No sabes lo que es? Que se termine el corto y negarte a aceptar que se ha acabado, porque dentro de tu subconsciente hay una voz que dice "Siguiente escena", pero otra dice "ya están saliendo los créditos". Pero tu te niegas, no te pueden dejar así. Y alguien te dice "aplaude" y te das cuenta que se ha acabado. Eso es hacer un Harry Potter, dejarte en lo mejor.

Sólo un consejo para terminar: una banda sonora entre los cambios de escenas y en los créditos, da fluidez al corto y la velocidad de reacción del aplauso aumenta.

Magnífica escena la de la parada de guagua. 

Magníficas localizaciones

Magnífico elenco.

Magnífico equipo.


Magnífica Eugenia en la Dirección de Arte.

Magnífico Jonay García, ayudante de dirección (que no sabía que mi querido primo iba hacer un corto de vampiros) y Jairo, Jefe de producción (que se me recuerda a los gemelos Phelps) 

Magnífico director.
Y el perchero de mi padre.

Pero...¿De verdad esperabas una buena crítica como esta? Que estoy en Filosofía!!


jueves, 3 de febrero de 2011

Los zurdos....

Si de algo estoy orgullosa es de ser zurda, aunque en realidad soy ambidiestra (cosa que no me gusta por esto) Porque me he llevado muchas broncas en mi infancia: "deja de hacer la tonta y escribe bien. -Soy zurda" o "las tijeras con la derecha. -Pero es qu..." Por eso creo que soy ambidiestra.

Pero el problema de ser zurda, aparte de no encontrar artículos para nosotros, es a la hora de escribir. Y este problema lo descubrí en 3º de Primaria, cuando dejamos de utilizar lápiz y empezamos a utilizar bolígrafos...de borrar.
Lo recuerdo como algo traumático, porque todos los niños utilizaban bolígrafos...de borrar, yo seguía utilizando lápiz.
El motivo: Cuando en el 3º trimestre nos dejaron los bolígrafos...de borrar, yo los cogí con gran ilusión. Si! por fin podría dejar el monótono gris del lápiz.
Pero cuál fue mi sorpresa. Que al escribir, cada vez que ponía una palabra nueva iba borrando la anterior con mi mano. Intenté escribir sin apoyarla, pero lo siento, no quiero romperme la mano.

Y que decir de las clases de dibujo, ahora pensándolo, odiaba esa asignatura porque al pintar terminaba con la mano manchada. O cuando utilizaba los Rotring siempre estropeaba las láminas, y es por eso que siempre me bajaba nota.

Creo que este hecho marcó mi modo de escribir, pues yo no soy de esas personas que usan un arco iris en su cuaderno. Porque ya no utilizo bolígrafos de borrar, pero tengo que cuidar que bolígrafo uso, si no quiero que mi cuaderno tenga más borrones de los que ya tiene.

Y porque recuerdo todo esto. Porque hoy me he dado cuenta que los zurdos (o por lo menos yo) no sabemos hacer cosas bonitas, porque siempre las cagamos.
Hoy le estaba escribiendo una frase muy bonita a una amiga (no diré que era en clase de lengua) pero cuando me dí cuenta, la había cagado. Me había manchado la mano y empecé a hacer fotocopia de la D que había pintado por todos lados.

Por eso he llegado a esta conclusión. Perdón si he ofendido a algún zurdo, pero es que SOCCUS SUNT AMENTES y sino, pregúntaselo a la iglesia.

martes, 18 de enero de 2011

Ordenando mi cabeza

Hoy estaba atendiendo a la clase de filosofía. Bueno no, lo reconozco, estaba escribiendo esto.
Pero sé que estaba hablando de Kant. Vale!! Tampoco, él nunca habla de filosofía.
Pero por algo relacionado a eso dijo que nuestro cerebro es un armario donde está toda la información. Pero como todo armario de los jóvenes, está desordenado.
¡¿Perdona!? Yo tengo mi cabeza bien ordenada (aunque mi armario no). Yo creo que tiene una idea muy estereotipada de los jóvenes. Pero no es así, todos no somos iguales.

Mi cabeza no es un armario, es un archivador! Pero no uno, tengo archivadores para todo tipo de cosas.
¿Quieres comprobarlo?
Dime una frase de Harry Potter y te la sitúo en el libro, en la película ( si es que se dignaron a ponerla), en algún fanfic, en alguna canción del Wizard Rock, y si tienes suerte, incluso en el Musical!

Y así es mi cabeza, muchos archivadores pequeños rodeando uno central, donde toda la información se compara con este central, por si se puede hacer mi vida muggle mucho más amena.

¡Acepto retos!

domingo, 16 de enero de 2011

¿Nunca te ha pasado?

Nunca te ha pasado que crees que no existes para esa persona?
Que pasas a su lado y no ha notado tu presencia?
Que te cruzas de frente y ni te saluda? Ni un simple gesto o sonrisa.
Que te chocas, incluso adredes, y no te dice nada, ni un "perdón" o simplemente "ups"
Pero cuando hay mucha gente y cada uno esta hablando con los suyos, notas que alguien te mira, entonces con el rabillo del ojo miras, porque obviamente sabes donde se encuentra, y ves que esta mirando. Y te volteas, y ves como aparta la mirada.
Entonces se enciende una llamita de esperanza, y piensas: "puede que sintamos lo mismo"
Nunca te ha pasado?

Pues a mi no, bueno, lo del principio si, pero la segunda parte de esta situación no se cumple exactamente.
Ya llevo sintiendo tres días seguidos que me mira, y luego quita la mirada.
Pero la diferencia entre la situación de arriba y la mía es que esa persona solo me mira para confirmar que vuelvo a estar peinada.

Y aprovecho esta entrada para dirigirme a ti: (vale!! No soy tan importante como para que entre al blog) 
Si, me estoy peinando, es mi propósito de Año Nuevo.