sábado, 21 de enero de 2012

Reflexiones en la ducha

Se supone que estoy en exámenes y que lo de publicar entradas tiene que estar prohibido. Pero no está prohibido quedarse veinte minutos en la ducha enrollada en una toalla intentando sacar fuerzas para poder abrir la cortina y salir de ahí, de ese lugar donde el tiempo fluye; donde llega la inspiración; donde los pensamientos llegan más claros al cerebro gracias al vapor; donde, sin saber por qué, te sientes a salvo; donde la única preocupación es cómo están colocados los azulejos.

Iba a escribir lo que hace una semana pensé en la ducha. Pero... hace mucho de eso, y las cosas han cambiado mucho desde entonces. La entrada iba a ser una indirecta, un "no te esfuerces más, no merezco la pena", pero creo que si la publico ahora va a ser una directa.

Mejor cambio el título, mejor le pongo "Reflexiones en la ducha".

¿Cómo había pensado llamar la entrada? Pues, quién sabe, puede que algún día la publique.